viernes, abril 07, 2006

El Discurso Histérico

Esta construcción está hecha de extractos del artículo Muerte y resurrección de la histérica . Lo publicó M.E. Brousse, una analista de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL) en junio del 2002. He aquí lo que más resonó en mi cabeza...
¿Qué es la histérica?... podemos saberlo sólo si la seguimos hacia donde ella nos conduce. El nudo está en el acto de seguirla, su esencia puede ser capturada sólo allí.
Su discurso nos hace saber que la herida que la histérica experimenta por la privación fálica jamás será aliviada por el obtenerlo ni por la satisfacción que el portador(del falo) pueda brindarle. Al contrario, abrirá más la herida al recordarle el origen de esta. A partir de aquí podemos ver como la histeria puede simbolizar a la más elemental o primordial insatisfacción... su solución es radical: por un lado elige el deseo con la insatisfacción, y por otro niega la posibilidad de la felicidad en la obtención del falo, optando por dejarle el objeto a otra mujer... así nos muestra la que es su verdad: el juego del deseo está basado en la exclusión fálica.
Todo discurso se sostiene sólo por una posición de goce, el discurso histérico está ordenado y sostenido por el goce específico de la falta.
El avance de Freud con la histeria se quiebra con la pregunta ¿Qué quiere una mujer? . La histérica responde: Un amo sobre quién reinar. Pero, lo que quiere ¿es lo que desea?. Cierto, ella quiere un amo y un padre ideal, pero lo que desea es develar la impotencia del amo para poner al saber en posición de verdad. Al mismo tiempo muestra al goce femenino como el goce de verse privada por la madre, la Otra mujer , y por eso tiende a situar a una entre ella y su objeto. El único partenaire a la medida de la histérica es el analista, quien, porque no es un amo, escapa a sus designios.
La histérica no espera del tratamiento analítico ni la obtención del falo ni cualquier especie de cura sobre la envidia del pene, no necesita un análisis para esto, le basta con su imaginación. Lo que resulta del tratamiento analítico para ella, es poder dejar la enunciación toda mujer, para llegar a advenir como una mujer. Lidiar con todas las situaciones que se le presentan sin tener que encarnar a todas las mujeres para su objeto, siendo sólo una mujer.
A la histeria le cuesta conservar su lugar como sujeto al enfrentarse a la constitución del Otro... es un sujeto abierto a la sugestión de las palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces...¿cómo tendría que "lidiar" su partenaire con ella?

Anónimo dijo...

A garrotazos