miércoles, mayo 03, 2006

Un lunes en el Village

Escapa a mi recuerdo el verdadero nombre del protagonista de esta historia, así que agradezco de antemano al lector que tenga la amabilidad de recordármelo. Por cuestiones de narrativa debo asignarle un nombre, nothing fancy... algo así como Nelson Rivas.
Nelson Rivas era un pintor caraqueño que emigró a los EEUU en 1970. Su trabajo le procuró los recursos económicos suficientes para instalarse en un hermoso loft en el Greenwich Village de Nueva York.
El Village era un sitio extraordinario, y desde allí Rivas fué testigo de un momento increíble. Pudo relacionarse con un mundillo artístico que iba a influenciar al planeta entero.
Este hombre conoció a Andy Warhol en el período de mayor esplendor productivo de la Factory. Vivió el auge y la caída de Studio 54 y la escena Disco. Presenció el surgimiento del Punk desde CBGB; allí pudo ver en directo aquellos legendarios toques de los Ramones, Talkingheads y los Pistols. Se dió el lujo de conocer a Basquiat, en fin... Rivas es un personaje con mil historias, pero hay una que me vuela la mente por sobre todas las demás.
Era diciembre de 1980. Rivas estaba pintando en su loft un lunes por la noche. Todo estaba particularmente silencioso en ese momento. En el piso de arriba, que se comunicaba con la azotea, vivían dos músicos de una banda Rock que solía ensayar allí a menudo, pero esa noche habían parado el ensayo temprano, así que Rivas podía disfrutar de la quietud.
Mientras pintaba en su lienzo, de pronto Rivas sintió algo pasar por la ventana que estaba tras de sí. Volteó por un segundo, pero no vió nada. Justo cuando fijaba nuevamente su mirada en el lienzo, sintió otra cosa pasar por la ventana y escuchó gritos que venían desde la calle. Se acercó a la ventana y vió con horror los cuerpos de sus dos vecinos de arriba tirados en la acera en medio de un charco de sangre.
Rivas bajó corriendo por las escaleras, y justo al salir se tropezó de frente con una amiga, Edie Sedgewyck, la famosa modelo y musa de Warhol. Edie venía del otro lado de la calle y estaba ahogada en llanto. Rivas le preguntó qué era lo que estaba pasando y ella le respondió que un tipo le había disparado a John Lennon en el lobby de su edificio y que lo había matado.
Al parecer, los músicos habían estado tomando LSD en dosis altas cuando escucharon la noticia en la radio. En su alucinado desespero subieron a la azotea y se lanzaron a su muerte.

No hay comentarios.: